El Duomo de Milán

Por: Eva del Amo

El Duomo, o catedral de Milán, es el símbolo de la ciudad. Su construcción se prolongó entre 1386 y 1887, y los expertos aseguran que se trata de una de las catedrales con más encanto del mundo, además de ser una de las más grandes.

El Duomo de Milán

Con una altura de casi 160 metros y un interior capaz de albergar a 40.000 personas, su estilo gótico se mezcla con elementos renacentistas y neoclásicos, fruto de los más de 500 años que duró su construcción. En su interior y su fachada podremos observar más de 2.000 estatuas, aunque destaca la Madonnina de Perego, situada en su aguja mayor, desde donde contempla la ciudad.

Tras la majestuosa fachada se encuentra un espléndido interior que no deja indiferente a nadie, por la profusión de esculturas y obras de arte, y unos ventanales cubiertos de preciosas vidrieras que arrojan mil colores en los días más soleados, regalando un ambiente muy especial a quienes se encuentran dentro del templo.

También sorprende mucho a sus visitantes por su azotea, abierta al público. Para subir a ella existen 158 escalones, pero también se puede optar por coger el ascensor. Tras ver la ciudad desde las alturas no debemos perdernos la cámara subterránea. Tiene forma octogonal y en ella se encuentran los restos de San Carlos de Borromeo. A la salida podemos dirigirnos al Museo del Duomo, que merece la pena si queremos tener una visión más completa de la catedral.

Cómo llegar al Duomo:

El Duomo se encuentra en el corazón de Milán, por lo que si estamos en el centro no será necesario coger ningún medio de transporte, ya que se puede acceder a ella cómodamente andando. El templo abre sus puertas de lunes a domingo, de 7 a 19 horas. La entrada es gratuita, salvo si queremos subir a la azotea.

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